Cómo plantearte buenas metas para tu práctica fotográfica
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La mayoría de gente creativa constantemente está tratando de mejorar lo que hacen, y los fotógrafos no son la excepción. Sin embargo, volverse mejor fotógrafo no es tan simple como nada más decidir "volverse mejor". La mejor manera de hacerlo es planteándote metas estructuradas que te ayuden a progresar.
Qué tipo de metas te pones y cómo las abordas dependerá del nivel en el que se encuentra tu fotografía. Si eres un fotógrafo profesional de bodas que quiere explorar montajes, tus metas obviamente serán diferentes a las de alguien que acaba de empezar y no está muy seguro de cómo usar su DSLR.
En este tutorial al fin voy a hacer uso de mi título en psicología y exploraré en qué consiste una buena meta fotográfica y cómo plantearse mejores metas.
Aprende haciendo
Solo hay una única manera segura de volverse mejor fotógrafo: ir a tomar fotos mientras se considera conscientemente lo que se está haciendo.
Sí, mirar el trabajo de buenos fotógrafos, estudiar la teoría fotográfica y leer los increíbles tutoriales de Tuts+ también influenciará en cómo piensas mientras tomas fotos, pero por más libros o clases que consultes, nada reemplazará la experiencia directa de captar imágenes y probar diferentes cosas.
Cualquier esfuerzo por mejorar tu fotografía debería estar respaldado por un plan de salir a tomar fotos de verdad. Si estás probando algo completamente nuevo, por supuesto necesitarás pasar una tarde investigando los aspectos técnicos básicos, pero una vez que has hecho esto, es hora de poner en práctica la teoría.



Después de pasar algún tiempo explorando los fundamentos, estarás en capacidad de entender las enseñanzas más avanzadas. Podrás apreciar los problemas y las técnicas que están diseñadas para solucionarlos. ¡No trates de comenzar directamente con bramping de time lapses si nunca antes has hecho un time lapse o imágenes de larga exposición!
Metas orientadas al resultado versus metas orientadas al proceso
En general, hay dos tipos de metas: las metas orientadas al resultado y metas orientadas al proceso. Una meta orientada al resultado está definida por un punto final, mientras que las metas orientadas al proceso están definidas por varios pasos encaminados a alcanzar el punto final. Para aprender nuevas habilidades, por lo general es mejor plantearse metas orientadas al proceso.
Por ejemplo, una meta orientada al resultado sería capturar diez buenas imágenes, mientras que una meta orientada al proceso sería pasar una hora tomando fotos de manera consciente. En ambos casos puedes terminar con diez buenas fotos, o tal vez con solo cinco. Si tu meta era obtener diez imágenes, no la habrás logrado (al margen de haber pasado tiempo de calidad con la cámara y haber logrado algunas buenas fotos), pero si tu meta era pasar una hora fotografiando a conciencia, sí lo has logrado y adicionalmente conseguiste unas buenas tomas.
En ambas situaciones has pasado el tiempo aprendiendo, pero en un caso quedarás totalmente desmotivado, mientras que en el otro estáras emocionado por el progreso que has hecho hacia lograr tus metas.
Metas inteligentes
Una de las formas más populares de abordar el proceso de plantearse metas es la de los objetivos SMART, un acrónimo en inglés para recordar que las metas deben ser específicas (S), medibles (M), alcanzables (A), relevantes (R) y que deben tener un límite de tiempo (T). Una buena meta cumple con esos cinco criterios. Esto es cierto para todas las metas, no solo para aquellas relacionadas con la fotografía.
Metas específicas
En primer lugar, una meta debe ser específica. "Ser mejor fotógrafo" es demasiado vago para poner manos a la obra. Hay que elegir algo que se pueda definir fácilmente. Cosas como "aprender a tomar retratos con luz natural" o "aprender cómo usan Photoshop los retocadores profesionales" son lo suficientemente específicas para ser buenas metas.
Metas medibles
En segundo lugar, el éxito o el fracaso debe ser medible. "Ser mejor fotógrafo" no se puede medir. Pasar una hora a la semana tomando fotos o tomar una determinada cantidad de fotos sí es medible. Si la meta no es medible, tampoco es alcanzable.
Metas alcanzables
En tercer lugar, la meta tiene que ser alcanzable. Me encantaría que publiquen mi trabajo en National Geographic, pero no es algo que yo tenga probabilidades de lograr pronto. Ponerme eso como meta no tendría sentido, ya que después de algunos primeros fracasos ya no me motivaría para trabajar. Sin embargo, tal vez sí pueda lograr que publiquen mis fotos en una revista más pequeña. En términos de metas orientadas al proceso, decir que vas a pasar 30 horas a la semana tomando fotos no es realista, pero una o dos horas los fines de semana es totalmente factible.
Metas relevantes
En cuarto lugar, la meta debe ser relavante para tus objetivos principales. El punto de plantearse metas fotográficas es mejorar y ampliar tus capacidades como fotógrafo. Si tu meta no es relevante, incluso si la cumples, no mejorarás como fotógrafo. Si quieres ser un mejor fotógrafo de bodas, ir a tomar paisajes no te va a ayudar. La mejor manera de hacerlo sería trabajando en bodas, pero si no puedes, debes pasar tiempo trabajando en situaciones relacionadas, como retratos o fotografía callejera.
Metas con límites de tiempo
Finalmente, una buena meta debe tener un límite temporal. Dedicarle a la fotografía una hora a la semana por un mes tiene límites temporales perfectamente claros. Después de un mes puedes mirar en retrospectiva y ver si has tenido éxito. "Pasar tiempo tomando fotos" no está limitado temporalmente porque no hay un punto establecido en el que puedas evaluar tu éxito o tu fracaso.
Plantearse buenas metas
Ahora que he cubierto en qué consiste una buena meta, le daremos una mirada a cómo plantearlas.
Para empezar, decide cuál es tu meta general. Si estás usando una DSLR por primera vez, tu meta podría ser llegar a sentirte cómodo usándola en modo manual. Si has estado muy concentrado en un tipo de fotografía, la meta podría ser probar con otros tipos. Si solo grabas videos, la meta podría ser tomar fotos.
Una vez que has decidido qué quieres lograr, tendrás que desglosarlo en varias metas individuales.



Primero debes decidir si vas a usar metas orientadas al resultado o al proceso. Si ya eres un fotógrafo experimentado, las metas orientadas al resultado pueden funcionar bien. Si estás probando algo completamente nuevo, entonces plantéate una meta orientada al proceso. Personalmente, yo uso una combinación de metas generales orientadas al resultado y metas más específicas orientadas al proceso.
Cuando estés decidiendo qué tipo de meta usar, asegúrate de que todas cumplan con las características SMART. La clave es asegurarse de que las metas puedan motivarte. Si son demasiado fáciles de lograr, son tan inútiles como aquellas que no son alcanzables.
Este año he decidido trabajar en doce proyectos fotográficos, uno por cada mes (una meta orientada al resultado que es específica, medible, alcanzable, relevante y con límites temporales). El mes de mayo me he dedicado a trabajar con el color y modelos, así que mi meta era pasar por lo menos ocho horas al mes con mi cámara en la mano trabajando con una modelo (una meta orientada al proceso que es específica, medible, alcanzable, relevante y con límites temporales). Para editar las imágenes, decidí trabajar solo en el color (objetivo SMART orientado hacia el resultado) y conseguir al menos ocho imágenes para mi portafolio (objetivo SMART orientado hacia el resultado).
Si estuviera usando una DSLR por primera vez, abordaría las cosas de manera diferente. Mi meta general sería aprender a usar el modo manual. Después de leer para averiguar qué es lo que hacen los parámetros, me dedicaría dos horas cada fin de semana para familiarizarme con el modo manual (no es una meta particularmente buena porque es demasiado vaga, pero permite trazar metas específicas orientadas al proceso).



Para el primer fin de semana, mi meta sería pasar dos horas tomando fotos en modo de prioridad de obturación, explorando cómo influye la velocidad de obturación en una imagen (objetivo SMART orientado al proceso). La siguiente semana cambiaría las cosas y fotografiaría en modo de prioridad de apertura por dos horas para explorar los efectos de la apertura en la imagen (objetivo SMART orientado al proceso).
En los dos últimos fines de semana, experimentaría con el ISO y aplicaría todo durante las dos sesiones de dos horas (objetivo SMART orientado al proceso). Con dos horas explorando libremente los diferentes parámtros, prácticamente está garantizado que te sentirás cómodo usando el modo manual.
Conclusión
En este tutorial he cubierto cómo se plantean metas en general y cómo aplicar dichos principios específicamente en la fotografía. Una vez que sabes específicamente qué es lo que quieres lograr y cómo, te verás progresando a pasos agigantados. No pienses solo en mejorar tu fotografía. Identifica las áreas específicas que quieres mejorar y luego define cómo hacerlo.
¿Cuáles son tus metas fotográficas? Cuéntame en la sección de comentarios y si puedo ayudarte a lograrlas, lo haré.